Crecer con tu adolescente es vital para tener una relación sana con él. Entender donde estás vos como padre y donde está tu adolescente es una condición necesaria para lograr el equilibrio relacional.
15 DE FEBRERO, 1O HS.
Lugar: Campisteguy 2752, Barrio Jacinto Vera. MTV. Uruguay.
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Hoy les compartimos el Audio del Taller la Soledad, un Amigo que no está.
Allí estaremos viendo: ¿Qué es la soledad? ¿Cómo se origina? ¿Cómo superarla? “Por años fue mi niño y ahora ni siquiera me saluda…” “Mi hijo se la pasa en su pieza y siempre está de mal humor, ya no sabemos que hacer” Si eres padre de un adolescente seguro que te sentirás identificado con alguno de los ejemplos anteriores. El niño dulce y amable se convirtió en un engendro peludo que parece hacer miserable la vida de todos. Y a pesar que hay casos y casos, la mayoría de las veces el problema tiene que ver más con los padres que con los hijos. Seguro que hay muchos padres allí que ya han dejado de leer el artículo solo porque piensan que estoy del lado del adolescente. El control el gran actor de la crisis adolescenteLos padres han estado por 10 o 12 años controlando los tiempos, la ropa, la comida y las amistades de los hijos. Sin embargo alrededor de esa edad los adolescente comienzan a experimentar la pubertad. Su cerebro empiezan a prepararse para la vida adulta y comienzan a patear los límites. Ante esta “violencia” muchos padres redoblan el control. Tienen miedo que sus hijos se equivoquen (y lo van a hacer) y quieren evitarles el dolor (especialmente las madres) Esto lleva a situaciones bastante tensas en la familia. Conozco madres que siguen insistiendo a sus hijos tener la pieza ordenada y limpia, no salir con sus amigos, hacer la cama. En verdad hay madres, si madres… porque padres no tuve que se pusieran a llorar porque entraron a la pieza de sus hijos y al ver que era un desastre, les amenazaron con un palo para que la ordenen y el padre tuvo que intervenir para evitar una tragedia. La necesidad de control puede llevarnos a esto. Ahora, madres no se sientan tan mal… los padres controlamos de otra manera, en otras cosas. Nosotros también reaccionamos muy mal a la falta de respeto en particular. Hay veces que llegamos a querer resolver las cosas a los golpes. No no es fácil ver a nuestros hijos equivocarse y tomar malas decisiones. No hablo de NO poner límites, solo intento que puedan entender que hay que ayudarlos a crecer y a veces eso implica dejar que se golpeen. En la infancia deberíamos haber explicado menos y controlado más poniendo límites. En la adolescencia debemos controlar menos y intentar hablar más. Vuelvo a repetir no hablo de dejarlos hacer lo que se les antoje. Debemos seguir poniendo algunos límites, y especialmente mostrarles a ellos que nosotros también practicamos los valores que predicamos. En la adolescencia debemos buscar pelear las batallas que son importantes, no todas las que se nos presentan. Algunas sugerencias muy prácticas y seguro que para algunos sonarán escandalosas:
Si tienen otras sugerencias comenta! Y quiero también aclarar que no es fácil para nosotros padres, transitar la adolescencia de nuestros hijos. Hay padres que sufren la adicción de un hijo, la depresión, la rebeldía extrema, la criminalidad. Conozco padres que sus hijos se suicidaron.
NO ES FÁCIL. Sin embargo la mayoría de los casos no son tan extremos. Gustavo y Adriana se sentían tan contentos de los hijos que Dios les había dado. Habían invertido tiempo en criarlos, amarlos, disciplinarlos y también les habían hablado de un Dios amoroso. Los problemas comenzaron con el hijo más grande que empezó a ir en contra de todo lo que se le había enseñado. Comenzó a los 11 años más o menos el cambio. Los padres se enfrentaron a malas contestaciones, palabras que no se usaban en la casa, pero se escuchan cada día en la escuela, resonaban ahora en el hogar. Un constante ambiente de tensión hacía la convivencia muy difícil al punto que los padres no sentían ganas de relacionarse con su hijo adolescente. Pasaron unos cuantos años difíciles, donde los padres crecieron y aprendieron. Hoy la situación está lejos de ser perfecta (nunca lo será) pero están mejor. Hay madurez tanto en los padres como en el hijo. Me gustaría contarles qué trampas y qué caminos de cambio se pueden encontrar en el desafío de entrar en la adolescencia de los hijos. ¿Qué se puede aprender de una situación parecida a esta? Lo primero que me dicen los padres en situaciones parecidas a esta es: “cuando nuestros hijos eran chicos, escuchábamos a otros padres con problemas con sus hijos adolescentes y pensábamos que eso no nos iba a pasar a nosotros. De hecho, muchas veces juzgamos pensando que los padres estarían haciendo mal las cosas”
La primera trampa es: Suponer que si hacemos bien las cosas no pasaremos por la crisis de ser padres de adolescentes. Por esta creencia tramposa, muchos padres que sufren una adolescencia muy complicada de sus hijos comienzan a preguntarse ¿Qué hice / hicimos mal? Y quiero decirles algo a todos los padres que puedan leer esto, NOS HEMOS EQUIVOCADO EN MUCHAS COSAS. HEMOS FALLADO EN MUCHAS COSAS. Así que si te preguntas si hiciste mal algo, podés estar seguro que ¡sí! Nadie nos ha preparado para ser padres. Es normal equivocarse, fallar y hacer cosas mal. La crisis de la adolescencia no pasa por que nos equivocamos, necesariamente. Pasa porque el niño debe convertirse en adulto y hay una guerra por la independencia que se llama adolescencia. ASÍ QUE, TODOS NOS EQUIVOCAMOS COMO PADRES. Algunos estarán pensando, “si, pero algunos se equivocan más que otros” y es verdad. Sin embargo, yo conozco casos de padres ausentes o violentos o adictos que tienen hijos adolescentes que son un ejemplo en muchas áreas donde hijos con padres muy buenos no lo son. La crisis adolescente la pasan tanto padres ejemplares como padres como no lo son. La ventaja que tienen los padres que no son ejemplares es que muchas veces no se dan cuenta de las necesidades o problemas que tienen sus hijos adolescentes, mientras que buenos padres se dan cuenta y desean “ayudar” a sus hijos a seguir siendo los niños que siempre fueron y como no lo logran hay frustración y dolor. La segunda gran trampa que caen muchos padres de adolescentes es la de seguir necesitando tener control de sus hijos. Esto será para la próxima entrega. Por favor siganme en FB o Twitter para saber cuando estará disponible la segunda parte. Gracias desde Camino de Cambio Para cambiar necesitamos saber que hacer y luego tomar acción. Debes armarte de valor y confianza para terminar con el chantaje emocional. Muchas veces es de gran ayuda contar con un amigo o un terapeuta que te ayude a poder enfrentar la situación. ¿Qué necesitas para parar el chantaje emocional?
¿Cómo responder a un chantajista emocional?Voy a ofrecerte algunas respuestas que se pueden usar frente al chantaje emocional. Practícalas para que puedas sentirlas tuyas. Recuerda que ante tu defensa el chantajista emocional te bombardeará presionando de que la decisión hay que tomarla ya y que si no haces lo que él o ella te pide todo de acabará y el infierno se desatará. No le hagas caso, mantente firme y practica lo siguiente: Espero que te haya gustado el Artículo, Si necesitas un cambio en tu vida llamanos al 11 64179676 estamos en la zona de Villa Ballester.
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Martín bonandiniConsultor Psicológico
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Enero 2020
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